En esta sección podrá conocer la vida de nuestros personajes más célebres.

 

EMILIANO REVILLA SANZ

 

Emiliano Revilla Sanz es un empresario y político soriano. Nació en Ólvega en 1928.

Industrias Revilla comenzó su andadura en Ólvega en 1946. Poco a poco fue creciendo el número de empleados y la demanda de su producto, los embutidos. En 1961 ya había 300 trabajadores. Revilla construyó los primeros grupos de viviendas para empleados y un economato donde los trabajadores podían comprar a precios económicos.

La marca se hizo conocida en todos los rincones de España por una acertada campaña de publicidad que decía “Chorizo Revilla, un sabor que maravilla”. En el año 1968, 637 empleados trabajaban en esta fábrica chacinera.

La actividad empresarial de Emiliano se complementó con la política. Emiliano Revilla fue alcalde de nuestra localidad entre los años 1960 y 1975. También ejerció de concejal hasta el verano de 2021.    

La banda terrorista ETA secuestró a Emiliano en 1988 durante 249 días. Tras su liberación, los olvegueños recibieron al empresario con numerosos mensajes de cariño. Entre los carteles se podía leer “Bienvenido a tu pueblo, bienvenido a la libertad”. José Manuel Tello, alcalde de Ólvega en aquella época, en representación del Ayuntamiento entregó a Emiliano la primera medalla de la villa, que fue instituida para esta ocasión.

El progreso del pueblo de Ólvega ha estado estrechamente ligado a la actividad emprendedora de Emiliano Revilla. Su dedicación, compromiso y esfuerzo han permitido a Ólvega situarse como punto de referencia a nivel industrial en la provincia de Soria y en España.

En el año 2009, en un acto de homenaje de Ólvega y de sus empresarios, el polígono de Ólvega se denominó Emiliano Revilla. Se colocó a la entrada del polígono industrial una placa con una frase muy conocida del empresario: “Las oportunidades no son producto de la casualidad, son resultado del trabajo”.

Una céntrica plaza de Ólvega lleva también su nombre desde diciembre de 2021. Se hizo un emotivo acto de reconocimiento a su figura en la que participó el pueblo, su familia y amigos, empresarios de la zona y diferentes personalidades políticas.

 

POESÍA EMILIANO REVILLA

 

Implorando la protección y el amparo de la Virgen de la villa,

le pedimos a nuestra patrona para ti y para tú familia

un día lleno de alegría.

En esta bonita mañana con ilusión y armonía

le dedicamos al caballero Revilla una poesía.

Y cuando el sol brilla en el cielo

resplandece la cara de este olvegueño.

Las señoras del Centro de Cultura popular,

queremos homenajear a Don Emiliano Revilla Sanz.

Y mostrar nuestro agradecimiento, con un saludo especial

al genio de la localidad.

Por ser el artífice y el promotor

del gran polígono industrial.

De nuestro magnífico Centro Social,

y de tantas cosas buenas,

que has conseguido para tu pueblo natal.

Por tu ayuda desinteresada y por tu generosidad,

por tu inteligencia y por tu bondad,

hoy te queremos felicitar.

Después de tan duro caminar,

sorteando la dificultad,

es hermoso llegar a la ancianidad.

Eres olvegueño singular,

de trato amable y normal,

amigo de tus obreros, modelo empresarial.

¿A nivel personal? Padre y esposo leal.

Llevaste una vida de mucha actividad,

alcanzando tus productos renombre popular.

Luchaste con tenacidad,

creando puestos de trabajo en el mundo laboral.

Para tus paisanos, hombre de palabra,

hombre honesto y cabal,

líder en la industria nacional.

En cuanto a tu villa orgulloso puedes estar,

al contemplar a tu pueblo con tanta prosperidad.

Fuiste alcalde en tu ciudad,

dotando al municipio de modernidad.

Emiliano Revilla Sanz, naciste para empresario

y naciste para triunfar.

Tuviste días de tristeza, y noches de soledad,

pero superaste con éxito la adversidad.

De tu vitalidad no queremos ni hablar, a tus 93 años,

¡ pareces un chaval !.

Y ya para terminar, recogiendo el sentir general,

te deseamos larga vida y mucha tranquilidad,

y te brindamos con cariño un aplauso de amistad.

 

Agradecidas las señoras de la Asociación Cultural Los Mártires

 

 

DIEGO DE PEREDA Y MORALES. EL OBISPO PEREDA

 

Don Diego de Pereda y Morales fue Obispo de Medina Sidonia, nació en Ólvega en 1561 y falleció en Mérida en 1637. Había sido Vicario General de la Provincia de Mérida y Capellán del Rey. Era tan olvegueño que más de una vez vino a confirmar a sus paisanos, con permiso del Obispo de Tarazona.

 

La casa donde vivió está en la Plaza de España de Ólvega. Es la conocida como Casa de los Pereda y es también la casa natal de Carmen Hernández. Esta casa conserva la portada castellana, el escudo heráldico, los balcones y el alero.

 

La puerta principal de la Iglesia de Santa María la Mayor de Ólvega debió ser pagada por don Diego de Pereda y Morales. Fue obra de Francisco Cambero de Figueroa en 1623. En el friso de la puerta se puede leer el nombre del sobrino del obispo: Doctor Don José de Pereda y Morales. La inscripción se hizo para celebrar la obtención del doctorado de José de Pereda.

 

 

JUAN DÍEZ MORALES DE SALCEDO. EL DOCTOR SALCEDO

 

Juan Díez Morales de Salcedo, nació en Ólvega, fue Inquisidor de Valladolid.

Sus padres eran naturales y vecinos de Ólvega. Vivían en la calle de los Mártires, donde había una ventanita gótica (hoy desaparecida). Más tarde construyó su palacio frente a la ermita de los Mártires, con oratorio privado dentro.  

El palacio de los Salcedo -situado en la calle Mayor 67- es un antiguo palacio renacentista de la segunda mitad del siglo XVI. Conserva la fachada con la puerta de arco de medio punto, dos escudos de los linajes de los Morales y Salcedo, los balcones y las ventanas. 

Junto al altar de la Iglesia de Santa María la Mayor de Ólvega está su enterramiento. Sobre el sepulcro de la izquierda, en la inscripción, podemos leer:

Aquí yace el doctor don Juan Díez Morales de Salcedo, Arcediano de Lara, canónigo de Burgos, inquisidor de Valladolid, beneficiado de esta iglesia. Y murió a 1 de marzo de 1598, siendo de edad de 74 años. Dejó fundada una capellanía, con cargo de cuatro misas cada semana. Y para su buena memoria, se hizo este entierro. Y tomó el patronazgo de esta capilla mayor don Diego López de Salcedo, su sobrino, caballero del hábito de Santiago y del Consejo Real de las Órdenes”.

Actualmente una de las calles principales de Ólvega se llama Doctor Salcedo.

 

DIEGO LÓPEZ DE SALCEDO

 

Don Diego López de Salcedo fue sobrino y heredero del doctor Salcedo. Nació en Ólvega el 6 de febrero de 1564 y falleció en Madrid el 7 de noviembre de 1621. Fue Caballero de la Orden de Santiago y Consejero Real. Doctor por el Colegio de la Santa Cruz de Valladolid. Catedrático de dicha Universidad. Patrocinó la Capilla Mayor de la Iglesia de Santa María la Mayor de Ólvega. Su mujer fue doña Juana de Calderón Reinoso, amiga de Sor María de Jesús de Ágreda.

Don Diego está enterrado en el sepulcro de la derecha del altar de la Iglesia de Santa María la Mayor. En su epitafio podemos leer:

Don Diego López de Salcedo, colegial que fue de Valladolid y Caballero de la Orden de Santiago y del Consejo Real de las Órdenes; y doña Juana Calderón, su mujer, dotaron esta capilla e hicieron estos arcos y entierro para sí, sus hijos y descendientes. Hízose, año 1609”.

 

MANUEL VILLAR RASO

 

Profesor y célebre novelista español. Manuel Villar Raso nació en Ólvega el 27 de noviembre de 1936 y falleció en Granada el 23 de noviembre de 2015.

Fue pastor y a la edad de 22 años se marchó a estudiar a Madrid. Se doctoró en Literatura Norteamericana por la Universidad de Madrid. El máster lo hizo en la Universidad de Nueva York.

Fue director de instituto, profesor de la Autónoma de Barcelona, profesor de literatura norteamericana en la Universidad de Granada y miembro de la Academia de Buenas Letras de la misma ciudad.  

Manuel Villar Raso también fue ensayista, conferenciante, director de tesis y gran amante de África. Hizo numerosas expediciones de la Universidad de Granada a África y colaboró como guionista en televisión.

Tiene una extensa lista de novelas. Mar ligeramente sur  (1976) fue finalista del Premio Nadal.  

Un año después de su muerte el pueblo de Ólvega hizo un bonito  homenaje al escritor. El ayuntamiento cambió el nombre de la biblioteca pública. Sobre la puerta de la biblioteca de Ólvega se lee: Biblioteca municipal D. Manuel Villar Raso “sueño a diario con la tierra que me vió nacer”. Gracias a su familia su biblioteca particular ha quedado en nuestro pueblo.

En el año 2022 el Certámen de Cuentos de Navidad que organiza la Asociación La Juve de Ólvega tomó el nombre “Manuel Villar Raso” en recuerdo  del escritor.

 

JOSÉ ESCRIBANO CALVO

 

José María Carmelo Escribano Calvo nació en Ólvega el 21 de enero de 1930 y falleció en Soria el 12 de agosto de 2022. Hijo de Bernabé Escribano Rodrigo y de Isidra Calvo Calvo. Fue zapatero y artista de miniaturas. En Ólvega es más conocido como “José el zapatero”. Después de su jubilación, en 1995, se dedicó al arte de construir miniaturas. En la plaza de la Picota de Ólvega tuvo la zapatería y, después, su taller donde formó una colección de más de 7.000 piezas.  Allí fue creando su Museo, el Museo Antropológico de José Escribano, que él enseñaba con tanto cariño a todo aquel que quisiera conocerlo.

Sus obras son objetos artísticos hechos a mano de pequeño tamaño, representaciones al mínimo detalle, algunas son maquetas.

Sus colecciones son: portales de la provincia de Soria, antiguos oficios, piedras caprichosas, instrumentos de tortura, instrumentos de trabajo y colección mixta. Los materiales que empleaba son madera, barro, cañas, arena, arcilla, metales, etc.  Le gustaba reciclar y emplear materiales que le daba la tierra.

José Escribano fue dando forma a lo largo de los años a sus recuerdos de infancia y de juventud.  Su amor por la tierra y por sus cosas queda patente en los cuidadosos trabajos que realizó como la ermita de los Mártires, la de San Bartolomé, la de San Marcos de Ólvega, la portada de Santa María la Mayor de Ólvega, entre otros muchos ejemplos. Hizo los antiguos molinos de agua del Valle de Araviana, tan ligados a la infancia de José, o monumentos como el Arco Romano de Medinaceli o la Puerta Califal de Ágreda. Representó también numerosos oficios antiguos como el de tejero, calero, el alpargatero, el apicultor, antiguos curtidores, toneleros, carbones, hojalateros, queseros, etc. Son solo algunos de los 37 oficios que representó en su museo.

La familia Escribano Calvo tuvo una tejería y además se han encargado tradicionalmente de cuidar de la ermita románica de San Bartolomé de Ólvega, del siglo XII, situada en el Valle del Araviana.

Con su trabajo, José Escribano Calvo, ha contribuido a divulgar la historia, costumbres y tradiciones de Ólvega. Su colección es un referente para conocer de cerca los oficios tradicionales de esta villa y el patrimonio cultural.

 

CARMEN HERNÁNDEZ BARRERA

 

Carmen Hernández Barrera nació el 24 de noviembre de 1930 en la localidad soriana de Ólvega  y falleció el 19 de julio de 2016 en Madrid. Hija de Antonio Hernández y Clementa Barrera. Carmen fue la quinta de nueve hermanos.

Se licenció en Química y Teología. Fue la iniciadora junto a Kiko Argüello y el Padre Mario Pezzi del Camino Neocatecumenal. Durante más de 50 años dedicó su vida a anunciar el Evangelio en el mundo entero. Es considerada una mujer influyente dentro de la Iglesia Católica y mantuvo buena amistad con Juan Pablo II.

Carmen tiene muchos seguidores en todo el mundo. Un buen número de peregrinos viene a Ólvega a descubrir el pueblo que la vio nacer. Junto al Moncayo, en Ólvega, Carmen pasó parte de su infancia.

En la Plaza de España de nuestra localidad está su casa natal, conocida como casa de los Zarandas (al ser éste el apodo de su familia) o de los Pereda (también fue el domicilio de don Diego de Pereda y Morales 1561 – 1637, Obispo de Medina Sidonia). Esta casa conserva la portada castellana, el escudo heráldico, los balcones y el alero.

Carmen fue bautizada el 28 de noviembre de 1930 en la Iglesia parroquial de Santa María la Mayor de Ólvega. La pila bautismal en la que fue bautizada se encuentra en la capilla de San Miguel.

La familia Hernández Barrera participaba en la vida del pueblo durante los veranos, las fiestas y acudían a misa de forma habitual. Lugares conocidos de Ólvega eran frecuentados por ella como la Iglesia, la Plaza de España, la ermita de los Mártires o la ermita de la Virgen de Olmacedo, entre otros parajes del municipio. Le gustaba dar paseos a pie o en bicicleta.

La Iglesia ha abierto en el año 2022 la causa de canonización de Carmen Hernández.

 

 


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